viernes, 23 de abril de 2010

RECUERDAME Capítulo 15 "MI visitante"

Narra Justine

Estaba caminando por los jardines de la Mansión con Joshua. "Quieres dejar ya el asunto de los truenos?" Le dije señalando al cielo.

Se rio. Y solo así, un cielo despejado sin estrellas sustituyó las nubes.

"Muy discreto," dije sarcásticamente.

"Y… ¿Cuándo vuelves?" me preguntó.

"¿Volver?" Le respondí automáticamente.

"A casa, en España, a la Universidad, donde yo estoy" dijo con los ojos abiertos como si resultara algo obvio. Pero para mí, España no había sido en ningún momento mi hogar, sino una forma de estar con mi hermana y lejos de todo.

"No puedo irme de aquí" le conteste.

Me miró confundido. "Kirtassh, ¿recuerdas?" Aclaré.

El sacudió la cabeza. "Tú no entiendes" continúe.

"Como quieres que entienda que te vienes a vivir con vampiros, porque tu amiguita se convirtió en uno, en vez de hacer lo contrario."

Suspiré, tratando de no molestarme con él. Yo de verdad lo había extrañado, y era muy pronto para llegar al punto al que siempre llegábamos. Es decir, ninguno.

"Jenni," dijo agarrando mi barbilla y alzando mi rostro. "Dime de una buena vez que es lo que pasa."

Su tono era dulce y su mirada de suplica. Oí a alguien carraspear.

Gerald.

Joshua le dirigió una mirada envenenada. "La Jefa te espera en el salón," dijo G mirando a Joshua, se dio medio vuelta y se fue.

"Vamos," me dijo Joshua. "Tengo trabajo que hacer."

"¿Cómo? ¿A qué viniste?" le pregunté.

"Tu ‘Jefa’ pidió hablar con uno de nosotros y yo me ofrecí a venir cuando supe que tú estabas aquí. De otra forma jamás me habría venido a meter en una casa de vampiros."

Caminamos hasta el salón y allí deje a Joshua con Nan, no sabía lo que habían hablado pero tardaron horas. Mientras, yo estaba con mi hermana en su habitación tratando de matar el tiempo.

"¿Qué hay de Peter?"

"¿Qué hay con él?" Me respondió ella, en actitud inocente.

"¿Te gusta?"

Ella se quedó pensando. Algo me dijo que no pensaba si le gustaba o no, sino que debería responderme.

"¿Y bien?"

"Supongo que sí," me respondió. Tratando de no mirarme a los ojos.

"Okey," fue lo único que le dije y cambiamos de tema.

A la final me cansé de esperar a Joshua y me fui a dormir.

Un ruido fuera de mi ventana me despertó más tarde. Me levanté, pero antes de que llegara una figura pálida entró por ella de un salto.

"¡Me asustaste!"

No me respondió.

"¿Qué no sabes usar la puerta? ¿Qué haces aquí a estas horas?"

"Los vampiros no necesitamos descanso mi Just," me respondió Andre.

Tenía el cabello ligeramente húmedo por la lluvia, usaba botas, jeans y una franela. Además de su usual actitud despreocupada.

"Pero yo sí" dije queriendo parecer molesta pero salió mas como un puchero.

"Hey, no me vengas con esa actitud de perra, que Gerald se la creerá pero yo no."

"Pero…" empecé a protestar pero me interrumpió.

"Pero nada. Vine a mostrarte algo." Hasta ese momento no me había dado cuenta que sostenía dos libros en su mano.

Suspiró. "Publicaron ‘El regreso’" me dijo como si fuera cualquier cosa.

"¿Qué?" Extendí mis manos para tomar el libro. "Te lo dije, te dije que tarde o temprano una editorial vería lo bueno que eres y lo publicaría." Le di la espalda mientras pasaba las páginas e inhalaba ese aroma de los libros que tanto me gustaba.

"Oye pero ¿cómo lo hiciste?" Le pregunte. Había olvidado por un momento el hecho de que él era un vampiro y vivía de una forma poco común.

"Digamos que ayuda el hecho de que conozca a alguien que puede leer mentes, y puede que le haya hecho creer que me prometió leer el libro."

Ignoré la parte del uso de sus poderes. Estaba muy feliz de que publicaran su libro. Iba a decir algo pero tocaron mi puerta en ese momento.

Cuando la abrí, vi a Joshua muy serio parado en la entrada. "Estas con un vampiro" la suya… no era una pregunta.

"Ya me iba," dijo Andre. Le extendí el libro. Pero negó con la cabeza.

"Es tuyo, y también publicaron este, no lo has leído" dijo a la vez que colocaba el otro libro que sostenía en mi mesa de noche y salía por la puerta pasándole a Joshua por un lado.

"¿Puedo pasar?" Me dijo y dudé. Pero era tonto andarse con decoro cuando tanto había pasado entre nosotros.

Me senté en la cama apoyando mi espalda en la cabecera y él se sentó a mi lado luego de cerrar la puerta. Me pasó un brazo por la espalda y apoyé la cabeza en su hombro.

Físicamente siempre me había sentido cómoda con él, el problema que jamás había sido yo misma desde que lo conocí.

"Tengo algo que decirte," empecé. "Mi nombre no es Jenni Masen, sino Justine Jolei."

Él no dijo nada a eso.

"Y Kirtassh no es mi amiga sino mi hermana."

"Para, para. ¿Qué?"

Le conté todo, desde como conocí a Jenni hasta el momento en que aparecí en su apartamento viéndome como ella. Saltándome un poco la parte Gerald, pero a él no le paso desapercibida.

"Así que es él" me indicó demasiado tajante, cuando terminé.

"¿Quién es qué?"

"Lo que te hizo sufrir, la razón por la que nunca terminaste de aceptarme."

Me levante de la cama rápidamente.

"¿Qué no oíste todo lo que te acabo de decir? Me morí, y ahora estoy en otro cuerpo. Creo que eso puede afectarte un poco." Yo gritaba. Mi humor últimamente iba de mal en peor.

"Jenni," dijo levantándose también.

"Justine! Me llamo Justine!" Grité y me moví hacia la puerta y la abrí. "¡Sal!"

"¿A dónde se supone que vaya?"

"Viniste solo y te vas solo. ¡Sal!" Expuse seria. Y azoté la puerta cuando salió.

No pude dormir luego de eso a pesar de que estaba muy cansada. Por la mañana, o más bien más tarde esa mañana, escuché que tocaban mi puerta. "Ahora quien," dije con fastidio.

Era Gerald. "¿Podemos hablar ahora?" Dijo a la vez que me hacía señas de que saliera al pasillo.

Se paró frente a mí, aunque no me tocaba, estaba muy cerca.

Me lo quedé viendo. Este chico tenía al parecer personalidades múltiples, su actitud había cambiado. Respiraba pesadamente, casi podía sentir su aliento, a pesar de que los vampiros no necesitan respirar.

"Querías saber cuánto tiempo después fue lo de Ivannia y yo quiero saber en cuando tiempo fue lo del chico trueno.”

"Se llama Joshua," le dije.

"¿Cuánto tiempo Justine?" Dijo dura y fríamente. "Y no esperes que crea que anduvieron por ahí de mano sudada."

"¿Qué te crees vampiro?, ¿mi papá?"

"Si él te viera no estaría muy contento que digamos."

"No hables de mi papá," le dije mirándolo a los ojos.

"Entonces hablemos de lo de 'vampiro'."

"¿Eso es lo que eres, no? Un no-muerto."

"¿Quieres que te demuestre cuan vivo estoy?" Me dijo y de pronto sus manos estaban alrededor de mi cabeza y su boca sobre la mía.

Me hubiera gustado poder resistirme, pero en el momento que sus labios tocaron los míos, fue como si el tiempo regresara al primer día, al primer beso.

Moví mis manos, una hacia su pecho y la otra hacia su cuello. Sentí como se sorprendió de mi reacción. Su deseo se hizo más intenso hasta el punto que me obligó a abrir la boca.

Ahora movió sus brazos por mi espalda, desde mi cuello hasta mi cintura, obligándome a arquearme hacia él.

La forma en que me besaba, en que me tocaba, sin importar en que cuerpo yo estuviera, enviaba corrientes de electricidad a cada parte de mi cuerpo.

Mi mente se nubló, solo era consciente de él y quería que continuara así.

El mordió mi labio inferior mientras yo atrapaba su labio superior. "Ahhh" dije más por placer que por dolor. Y sentí la sangre en mi boca. Él se separó, pero lo sostuve antes de que se alejara más, si me dejaba pensar, esto acabaría.

Se quedó allí viéndome mientras yo me sanaba. "Listo," dije casi sin voz. Mientras lo atraía de nuevo hacia mí.

Esta vez fue mucho más dulce. Me besaba mientras dibujaba con sus manos la forma de mi rostro.

Apenas y me separaba de él para respirar, solo quería quedarme en sus labios por siempre.

De pronto sentí como se tensó, se detuvo apoyando su frente a la mía, y me volvió a besar pero esta vez no había dulzura, solo deseo de posesión.

Narra Gerald

La tenía finalmente en mis brazos y no quería soltarla, pero en ese momento él se acerco. Supe que nos había visto cuando soltó su barrera y comenzó a recordar de manera muy explícita todas las veces que había estado con ella. Lo que él no sabía porque no la conocía tan bien como yo era que en sus recuerdos ella estaba ausente.

Aun así, la ira me invadió de nuevo y quise demostrarle que ella era mía, solo mía. La besé de nuevo tratando de llegar a cada parte de ella, pero pronto se percató de ello y se soltó de mi agarre.

Joshua se acercó un poco más.

"¿Te estaba obligando?" Le preguntó Joshua acercándose a ella, pero solo me miraba a mí, con resentimiento.

"Jenni" dijo el extendiendo un brazo hacia ella.

"Justine" dije corrigiéndolo.

"No estoy hablando contigo, vampiro."

Un rugido sordo se escapó de mi pecho.

"Váyanse al demonio los dos" dijo ella. Y corrió por el pasillo hacia fuera. El chico rayo la siguió.

Espere unos momentos tratando de calmarme pero la desesperación pudo más que yo, y empecé a andar en la misma dirección. Pero una mano me detuvo.

"No vayas," me dijo Andre.

"Pero ella…"

"Ya sé"

"Y él…"

"Ya sé"

"Y yo solo…"

"Ya sé"

"¿Lo sabes todo, no?"

"Ya sé" dijo él, ya en plan de burla.

"La Jefa dice que él ya se va, solo espera un poco más."

Suspiré.


Narra Justine.

"Estúpida, estúpida, estúpida, estúpida, estúpida."

"No eres estúpida," dijo Joshua a mi espalda.

"Algo está definitivamente mal conmigo o no me pasarían estas cosas."

"Oye, no eres tú la que está mal, sino las cosas a tu alrededor. Siento lo de más temprano," dijo y suspiró. "Después de todo solo soy un pobre chico de veinte años que no se sabe controlar. Tú, en cambio, eres toda una mujer de veinticinco," dijo y se rió irónicamente. "Siempre vi algo en tu mirada, que te hacia tan fuerte, tan fantástica, pero nunca me imagine algo así. Solo trataba de entrar en tu mente pero no lo lograba."

Me miraba con una media sonrisa, al fin comprendía muchas cosas que yo nunca le había podido explicar.

"Solo desearía haberte conocido antes que él," continuo.

"Yo también," dije mirando al suelo.

"Aunque pensándolo bien, quizás hubiera pensado que eras muy mayor para mi," dijo riéndose.

"Muy gracioso," dije aún de mal humor.

"Creo que igual me hubiera enamorado de ti."

"¿Siendo humana?" Le pregunté

"Estoy seguro que eras mucho más que una simple humana."

"Oye nunca me dijiste a que viniste."

"No puedo decírtelo pequeña, solo cuídate mucho ¿quieres?" me dijo.

Okey, la última vez que alguien me había dicho en esa actitud que me cuidara, había terminado muerta y en el cuerpo de una adolescente.

"Dime qué pasa" le exigí.

Sacudió la cabeza. "Solo ten cuidado, yo volveré por ti y te sacare de aquí, así tenga que obligarte."

"Ya deja de decir estupideces y dime qué pasa."

"Hay mucha gente detrás de ti" dijo mas para sí mismo. "Por ahora aquí estas más segura pero, en cuanto averigüe ciertas cosas sabremos a que nos enfrentamos."

Palabras, palabras y no me aclaraba nada.

Iba a decir algo más pero no me dejó. Cerró sus brazos alrededor de mi cintura y me beso.

Lo besé de vuelta, quería sentir algo, quería sentir al menos la milésima parte de lo que acababa de sentir con Gerald, pero no hubo nada. Ni siquiera lo que sentía en el tiempo que estuvimos en España.

Cuando me soltó vi la pasión en sus ojos y me sentí avergonzada. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

Se dio media vuelta y se fue. Ignorando todas mis protestas y preguntas. Sabía que era inútil preguntarle algo a Nan porque solo me respondería con preguntas capciosas, así que me metí a la mansión. No quería estar a una puerta de distancia de Gerald por lo que solo entre a mi habitación para tomar el libro que Andre me había dejado, volví a salir y me senté en un mueble al final del pasillo que daba a las habitaciones.

Sol de Tinieblas
Libro 1
Por Ángel.


Curioso seudónimo, pensé. Acaricie la portada, la abrí y comencé la primera página.

Al cruzarse los dos soberanos
Los cielos lloraran
El dragón abrirá sus ojos
Y la luz llamará a sus guerreros
Regresando a este mundo a la Elegida


Solo algunas palabras y ya estaba sumergida en la lectura, en ese momento Mortalina pasó hablando con mi hermana.

"Shhhhh," les dije para que se callaran.

"No le hagas caso," le dijo mi hermana a Morta. "Siempre se pone así cuando lee."

Andre pasó riéndose. Me pregunte donde andaba Caro.

Seguía con mi lectura.

Los espíritus del pasado y del presente del gran maestro se encontrarán
Se reunirán en el lugar fuera del tiempo
Drakner extenderá sus alas
Y con sus llamas eternas restaurará un alma torturada

Fuertes ruidos en las escaleras me alertaron, miré hacia al frente mientras aparecía un enorme lobo al inicio del pasillo corriendo a toda velocidad y viniendo directamente hacia mí.

Caro.

Solté el libro y me levanté de un salto.

"¡Mi ángel!" grité, Andre se volteó, y al darse cuenta se colocó entre ella y yo en el medio del pasillo.

Pero ella lo envío a un lado volando como si fuera de goma y ni siquiera disminuyó la velocidad.

Miré a todos lados, tratando de decidir hacia donde correr. No importaba lo que yo había hecho, lo único que importaba era que toda su furia iba dirigida hacia mí y no importaba lo que yo pudiera decirle o hacer. Ni si quiera podía correr, ella igual me alcanzaría.

"Gerald!" Grité.